¡Y YA SE VA ENERO!

              

    ¡Es pleno verano y  ya se va enero!

           Mis meditaciones a la luz y calor del sol.                                       


                  ¡La belleza de los contrastes!

                             ¡Vida silvestre!



                       ¡La belleza de la insignificancia!




Estuve un par de semanas en la parcela aceptando el ofrecimiento cariñoso de Maite y aprovechando la ausencia de Sofía y su dormitorio desocupado. 




Ayer regresé y me demoré tanto en reinstalarme en mi pieza como si hubiera viajado a Australia por un mes.

                     ¡Retrato de la delicadeza!

                           Y la llaman maleza.


Hoy ya envié varios whatsapp saludando a los familiares enfermos con Covid, me puse en contacto con mi futura acompañante espiritual, continúo revisando mis cuentas, me contacté con el doctor Brizzolara para un cambio de medicamento y escuché por youtube una conferencia de Alex Rovira a quién no conocía.
Y ahora estoy en eso, conociendo sus libros y a él. 


Y ¡oh maravilla!  en Las siete llaves encontré la descripción de mi momento cumbre que denominé Paseando por Apoquindo en mi libro La vida a los ochenta años.
 
Palabras sueltas que rescato de su libro y reflejan mi experiencia:

"La libertad vital es un camino vivo, que como canta Machado, se hace paso a paso, con humildad y voluntad de conciencia te vas deshaciendo de los inhibidores de tu potencial individual".
Me gustó este pensamiento: “el destino es la propia esencia”. La meta es tu propia esencia. Llegar a la plenitud.
Mi libertad vital es mi viaje y también el itinerario es absolutamente mío. Como lo es la vejez.  Cada envejecer es un camino único y personal.


Soy ¿al fin?  dueña de mi propia vida sin miedos, de mi autonomía, de mi espontaneidad, de mi conciencia y mi intimidad.
Se aprende a vivir la experiencia diaria de libertad vital, propia y compartida, a pesar de vivencias que lleva una vida dejar atrás.
Y a dejar poco a poco de lado nuestra herencia de creencias y condicionamientos que no coinciden con la realidad de lo que soy y deseo. Dejar de negarme a mi misma.
 
Esto es clave: “El secreto no es ser libre, el secreto es dejar de ser esclavo”. Alex Rovira.


Sí, me gustó. Da en el clavo.
 
 





































 
 

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